APUNTES
PARA UN ESTADO PLURINACIONAL
XIMENA
SORUCO
1.- LAS DOS BOLIVIAS.
A inicios del año 2000, cuando se desarrolló
la guerra del agua en Cochabamba y otros acontecimientos a nivel nacional, se
ha visto marcada en Bolivia, un Occidente caracterizado prácticamente por una
representación indígena, y un Oriente con un mestizaje regional, exportador, próspero
y desarrollado[1]. La
Elite tradicional o la Bolivia del Oriente, básicamente se ha dedicado a
recuperar el control político en el occidente, en donde no ha buscado la
descolonización, orientado a un nacionalismo y colonialismo empujando a un
separatismo.
Como bien dice Ximena Soruco, “se ha planteado un movimiento indígena
popular que está constituyendo un proyecto plurinacional debido a que contiene
un horizonte político y potencialmente en un proyecto societal…”, y es
justamente esta la Bolivia de Occidente, en donde se está desarrollando el
proyecto político, con una amplia selección de posibilidades que le sirve como
acciones políticas para el cambio, un Estado Plurinacional.
2.- EL SUJETO POLITICO, EL SUJETO INDIGENA Y SU RELACION CON
LAS DOS BOLIVIAS.
El Sujeto Político se hace en la
relación de fuerzas con otros sujetos y actores políticos en un tiempo y lugar
determinados, y por lo tanto es producto de un hecho histórico.
Las memorias del pasado y las
aperturas hacia un futuro, han dado como resultado al Sujeto Indígena, que
reconoce su opresión actual, su exclusión histórica y cuestiona al sistema
político, convirtiéndose en catalizadores de nuevas luchas políticas.
De estos dos sujetos determinados, y
entrando en un horizonte nacional, podemos observar claramente que hoy en día este
horizonte está constituido por sujetos Criollo y Mestizos desde el siglo XIX, horizonte
llamado así también “Nacional Popular”, en razón de que lo criollo y lo mestizo
en una representación nacional, se entreteje con el indígena en una
direccionalidad histórica, que ahora viene a plantear un proyecto Plurinacional.
Justamente se presenta esta
alternativa, en razón de que se ha perdido la voluntad y capacidad de seguir
gestando el denominado Estado Regional Nacional, poniendo a la cúspide el
proyecto de un Estado Plurinacional, interpelando de una manera radical al
movimiento indígena y popular, hacia su horizonte, la liberación.
Este movimiento históricamente
determinado, es producto de los sujetos e instituciones que niegan y excluyen
un determinado sistema político y que lo consideran injusto, ya que nace del
dolor que ha causado su dominación, y que al ser un producto de la acción humana
es posible efectuar un cambio.
Y es justamente que el Proyecto Nacional
mestizo nacido en 1952, que se ha visto ahora disfrazado por un Nacionalismo,
ha impedido que Bolivia tenga una identidad propia, una identidad que permita
dejar en el olvido la división de poderes entre oriente y occidente.
3.-
CONCLUSIONES.
En la actualidad, los aymaras y quechuas
se han constituido en sujetos políticos en la política boliviana, como
autoridades y electores y asumiendo cargos políticos en distintas instituciones
estatales. Sin embargo, esta nueva realidad no es comprendida por sus propios
intelectuales, dirigentes, políticos y militantes kataristas e indianistas
"radicales", porque siguen comprendiendo a los aymaras y quechuas
como "indios" desde la visión biológica y desde el etnocentrismo
cultural.
El
cambio social de los pueblos indígenas, luego de la revolución del 52', radica
en su incorporación a la sociedad boliviana como ciudadanos-campesinos y en su
acceso a la educación primaria, secundaria y también porque no decirlo en la
educación superior.
En
lo económico, "se transforma la producción servil a productores y
consumidores, como una consecuencia de la reforma agraria y de su incorporación
al mercado nacional. Los campesinos producían para su subsistencia, ahora en
nuestros tiempos como consecuencia de la minifundización y las migraciones
masivas, tenemos aymaras y quechuas que son obreros, mineros y fabriles, son la
gran masa sub-proletaria. Es decir, han invadido el mercado informal, esto deviene
en una élite que de alguna manera en un futuro pueden controlar la economía del
país".
En
lo político, como consecuencia del voto universal, el campesino irrumpe como
como el sujeto político decisivo en las urnas, a la vez, mediante la
organización sindical regional y nacional instaurada, depone gobiernos. Esto
mantiene al Movimiento al Socialismo en el gobierno.
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